La violencia ejercida sobre niños y niñas es un problema extendido y con efectos muy graves. Pese a su prevalencia, puede pasar desapercibida, ser obviada e incluso intencionadamente escondida por múltiples razones. A menudo, las víctimas carecen de acceso a servicios de calidad adaptados a sus necesidades y protectores de sus derechos, lo que genera una victimización secundaria y complica o imposibilita el proceso de recuperación. Las dificultades aumentan cuando se trata de niños, niñas  y adolescentes en situación de vulnerabilidad, tienen alguna discapacidad o se encuentran en situación de exclusión social.

Con el Servicio de Prevención de la Violencia Contra la Infancia (SPVCI) queremos dar un paso más en este compromiso, avanzando en la protección de los derechos de los niños y niñas bajo la convicción de que la violencia debe salir de la intimidad para ser visibilizada como una preocupación social, con la premisa de que erradicar la violencia, crear espacios seguros y fomentar los buenos tratos y la educación respetuosa es una responsabilidad común y compartida.

  • 111 niños, niñas y adolescentes atendidos

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